MODA Y EDUCACIÓN: UN NUEVO PARADIGMA EN LA PAZ
FCBCB / La Paz, Julio de 2025
Wilzon Gabriel Castañeta Gonzales [email protected]
El Museo Fernando Montes (MFM), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), fue el escenario de un profundo y revelador conversatorio titulado Moda, Educación y Posibilidad: Reflexiones desde América Latina. Este evento, presentado por Diseño y Autores Bolivianos (DAB), tuvo lugar el pasado 30 de junio de 2025 y contó con la destacada participación de la diseñadora y académica peruana Lucía Cuba, moderada por el reconocido diseñador Juan Carlos Pereira Paz.
El conversatorio reunió a diseñadores, estudiantes, docentes, artesanos, investigadores, gestores culturales y entusiastas de la moda, ofreciendo un espacio crucial para repensar el "cómo, dónde y para qué" se aprende y enseña moda en la región.
Cuba, quien reside en Estados Unidos desde hace 15 años y se dedica a la edición de moda para estudiantes internacionales en Parsons, The New School University (Nueva York), compartió su visión sobre los sistemas de moda actuales. Desde su perspectiva, que ella misma describe como "pesimista" sobre el complejo y a menudo cruel universo de la moda, Cuba subraya el potencial transformador de este campo.
Su exposición no buscó imponer conocimientos, sino invitar a la reflexión y al diálogo sobre los múltiples formatos y posibilidades de aprender y practicar la moda. Cuba desafió la noción común de que la moda se limita a lo estético y comercial, argumentando que, en realidad, puede dar sentido a la vida y que sus procesos creativos poseen un "poder mágico" a menudo subestimado.
Durante su intervención, Cuba desglosó seis posibilidades que la moda, especialmente desde la perspectiva de Bolivia y América Latina:
Moda como plataforma crítica
Cuba enfatizó que la moda es un espacio para cuestionar problemáticas sociales más allá de lo estético o financiero. Resaltó su potencial como herramienta política y performativa, citando el reciente desfile de Willy Chavarría en la Semana de la Moda Masculina de París, que utilizó el performance para visibilizar cuestiones de derechos humanos.
Educación en moda como práctica emancipadora
La académica abogó por una educación en moda que rectifique la exclusión de cuerpos y estándares no hegemónicos. Subrayó la necesidad de repensar las estructuras del saber y cuestionar las jerarquías normativas impuestas por cánones eurocéntricos y occidentales que, por ejemplo, ignoran cuerpos con "más densidad" o identidades trans.
Pereira complementó esta idea, recordando que, si bien muchos creen que la moda surgió en París, nuestros ancestros en el continente ya poseían sofisticados estándares con profundos significados sociales, espirituales y estéticos. Incitó a reconocer a nuestros "anteriores diseñadores" y resaltó que el diseño textil boliviano es un campo altamente avanzado.
Descolonizar el pensamiento y las prácticas de moda
Cuba insistió en la importancia de documentar y visibilizar las prácticas textiles y de diseño locales, revalorizando las formas tradicionales de hacer, vestir y significar. Se debatió cómo los trabajos locales no son siempre conocidos o producidos a gran escala.
Pereira señaló el desafío para las comunidades de replicar grandes volúmenes y la longevidad de las indumentarias bolivianas, pensadas para ser usadas "toda la vida". Cuba añadió la necesidad de crear narrativas diversas que desafíen la hegemonía global y fortalezcan las identidades culturales propias.
Moda, agencia y comunidades excluidas
En la cuarta posibilidad Cuba manifestó que es vital reconocer a las comunidades históricamente excluidas de los discursos dominantes de la moda como sujetos políticos y epistémicos, abriendo nuevas posibilidades para explorar la relación entre vestimenta, identidad, memoria y agencia, generando expresiones auténticas, de la cual Bolivia tiene un gran potencial, por su diversidad cultural y étnica.
Moda, salud y afecto
Esta perspectiva permite entender cómo el cuerpo, la salud y el vestuario se entrelazan como formas de cuidado y resistencia cotidiana. Cuba enfatizó el impacto de la vestimenta en las impresiones y emociones de los demás, al tiempo que defendió la libertad de vestir. También extendió el concepto de "salud" a las prendas mismas, instando a cuidar y valorar las prendas para su mayor longevidad.
Moda a partir de redes, comunidades y aprendizajes colectivos
Finalmente, Cuba propuso la construcción de redes colaborativas para fortalecer iniciativas de sostenibilidad, soberanía textil y circulación local del conocimiento. Con esta visión, la diseñadora cerró su exposición enfatizando cómo la moda puede ser una posibilidad de escucha, de archivo, de agencia, de pedagogía, de disenso y de futuro. Subrayó la importancia de estos espacios colaborativos para que la moda, especialmente en regiones con menos visibilidad como Bolivia, pueda emerger y ganar el reconocimiento visual y global.
Lucía Cuba concluyó su exposición indicando a la audiencia que "desde Bolivia y América Latina, es posible proponer una práctica que cuestione, transforme y cree nuevas rutas para el diseño, la educación y la vida en comunidad”.
El Museo Fernando Montes abre sus puertas, de forma gratuita, a gestores culturales, artistas, músicos, y escritores que quieran realizar alguna actividad en las instalaciones del repositorio o en su acogedora Plaza Elvira. Para ello, solo se requiere una carta con la propuesta correspondiente para agendar el evento.