Desde Tocopilla a La Paz Damir Galaz presentará la Revista Piedra de Agua N° 29 donde dará a conocer su artículo "Las Ruinas de la Necrópolis del Puerto de Cobija..."
23 de Febrero de 2023
La Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), presentará este viernes 24 de febrero, un nuevo número de la revista Piedra de Agua en su edición N°29, y para ello contará con la presencia de Damir Galaz, quien llegó a La Paz desde Tocopilla para presentar su artículo que se encuentra en esta edición de la revista.
Damir Galaz Mandakovic, es oriundo de Tocopilla, profesor de Historia y Geografía (UTA), Magíster en Ciencias Sociales (UA), Magíster y Doctor en Antropología (UCN), Doctor en Historia en la Universidad de Rennes II, en Francia, dedicando los últimos 13 años de su vida a estudiar la historia del desierto de Atacama, básicamente las derivaciones de la minería, del cobre, del salitre, el azufre, a tiempo de iniciar el estudio de la minería en manganeso.
Así mismo, abrió una segunda línea de investigación, que tiene que ver con la memoria de Uyuni, que se origina por el ferrocarril que ingresa a este lugar en 1890, además de estudiar el desierto de Atacama, como un lugar binacional, transfronterizo donde los flujos chileno – boliviano son muy comunes, interesándose particularmente en superar el nacionalismo metodológico, del cómo se entiende la historia de los territorios, particularmente de Atacama, un territorio que fue boliviano y que por efecto de una guerra minera hoy corresponde a Chile.
“Me interesa investigar las migraciones, la historia de la minería, la historia de las tecnologías, los procesos de urbanización, tanto en la época boliviana, como la época post boliviana, particularmente en la zona de Tocopilla, la zona de Cobija, Antofagasta y la zona del interior de Atacama, entre otros”, señaló Galaz.
Damir Galaz, con sus investigaciones, aportó a la historia de los antiguos territorios de Bolivia en el Litoral arrebatado, con estudios como su tesis para su título en Magister en Antropología, referido al estudio de la historia de Uyuni, del cómo surgió el proceso de urbanización en el altiplano. La publicación de artículos que tienen que ver con la compañía Huanchaca, que impactó fuertemente en la zona de Antofagasta, como en Cobija. Entre otros de sus estudios, se puede destacar el proceso de antropología política de la resistencia hacia los bolivianos en el norte chileno y de como aquella agencia boliviana en Chile, se constituye en ejes de identidad.
Es así, como él destaca también, su interés particular en estudiar esas contradicciones, estudiar esas derivaciones de la guerra del pacífico, que no fue una disputa por territorios, sino fue una disputa de alteridad, de construcción de identidades, por lo que parte de sus estudios también se centraron en las migraciones bolivianas que han contribuido fuertemente a la minería del cobre, el azufre y el salitre.
En esta oportunidad, Damir Galaz, llegó a La Paz para presentar su artículo publicado en la revista Piedra de Agua N°29, denominado Las ruinas de la necrópolis del puerto de Cobija: saqueos, tesoros y la cleptomanía necrófila chilena, un artículo como el manifiesta, nace de la invitación del presidente de la FCBCB Luis Oporto Ordoñez, para que escriba en este número de la revista; un artículo, que tiene que ver con el saqueo de un cementerio.
De acuerdo a Galaz, siempre se ha hablado de Cobija desde un punto de vista económico, social, mercantil, desde un punto de vista de las migraciones, pero nadie había hablado de los muertos que quedaron en Cobija, entonces este artículo describe de como la necrópolis de Cobija y la ciudad de los muertos después de la guerra del pacífico vive un proceso de saqueo sistemático, y este proceso, tiene que ver por un lado, con la existencia de una población chilena que esta llegando al desierto circulando y en busca de trabajo y que al mismo tiempo, ve a estos muertos bolivianos que se transforman en muertos extranjeros.
“Si quisiéramos verlos, es un nicho y por tal razón se comprenden como si fueran sitios saqueables, entonces eso tiene que ver por un lado con la configuración de un nacionalismo de despojo, porque la guerra del pacífico no solamente fue despojar salitre o cobre, sino despojar la joya a los muertos”, explicó el autor al hacer referencia a Las ruinas de la necrópolis del puerto de Cobija, como titula su artículo.
Publicación en la que relata que en Cobija hay un cementerio donde habían ciudadanos insignes que fueron sepultados ahí y en el marco de una serie de mitos que circulaban en la sociedad chilena de la década del 10 de 1920, se decía que estos muertos tenían mucho oro, que tenían relojes de oro y pulseras, y que aquello llevó a un saqueo sistemático, ese saqueo que el autor denomina cleptomanía; una cleptomanía que es una sociología del robo, una necrófila que daña a los muertos, que por sobre todo tiene que ver con la construcción de una identidad de alteridad, al boliviano reconstruido como un otro, con alguien distinto, de alguien del cual no somos parte y por tal razón sus cuerpos, (los muertos) que dejaron son saqueables.
En ese sentido, al autor en este artículo refleja su interés de hacer esa crítica y visibilizar historiográficamente a través de documentos todo este proceso de post cementerio que aun existe, pero que esta en muy malas condiciones, de acuerdo a lo que él manifiesta.
Por otra parte, el autor señala que este artículo, también puede dar las pistas de cómo se pueden establecer diálogos entre ambos países, para que dicho campo santo pueda ser restaurado, pueda ser conservado y para que no siga siendo saqueado; un cementerio que está al borde de una carretera que une Tocopilla con Antofagasta y que está a 60 km al sur de Tocopilla, siendo que al norte del mismo, a 10km de distancia existe otro cementerio que surgió gracias a la minería, y que no fue saqueado porque los muertos que se encuentran ahí son chilenos y no bolivianos, siendo básicamente lo que se va a develar en este artículo que fue publicado en la revista Piedra de Agua N°29 y que será presentado en el Museo Fernando Montes, ubicado en la zona de Sopocachi, en la calle Fernando Guachalla N°476, y que toda la población está invitada a participar de ella de manera gratuita.