Todos los Santos y Día de Muertos: Una Celebración Cultural entre México y Bolivia

03 de noviembre de 2021

Con el objetivo de fortalecer los lazos de integración cultural entre México y Bolivia a partir de una de las tradiciones más profundas, representativas y arraigadas de estos pueblos hermanos, el Centro de la Revolución Cultural (CRC) dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) y la Embajada de México en Bolivia realizaron la exposición y celebración cultural: Todos los Santos y Día de Muertos, el pasado 1 de Noviembre.

En el maravilloso paisaje de expresiones conformado por la diversidad cultural boliviana se encuentra la festividad de Todos los Santos, un tiempo fundamental para encontrarse y honrar la vida y la muerte de quienes partieron, pero que cada año regresan y comparten con nosotros una mesa tradicional compuesta por exquisitos alimentos y bebidas entorno a la que se tejen la gastronomía, la danza, el canto, la música, la memoria y el imaginario de afectos, espiritualidad y comunidad de una sociedad orgullosa de su identidad.

Por su parte, el Día de Muertos, proclamado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 2003 e inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 2008 por la Unesco, es para el pueblo mexicano una expresión tradicional que integra a la sociedad y representa las costumbres locales que desde hace siglos se organizan con júbilo en las comunidades indígenas de distintas regiones de este país. El Día de Muertos es una festividad ampliamente admirada a nivel mundial por la belleza y trascendencia cultural de los elementos naturales, artesanales y culinarios que la caracterizan.

En ese contexto y en el marco de la política de integración de los pueblos latinoamericanos y de afirmación de los procesos de interculturalidad promovidos tanto por el Estado Plurinacional de Bolivia como por los Estados Unidos Mexicanos, la celebración cultural Todos los Santos y Día de Muertos tiene el propósito de fortalecer y difundir las prácticas culturales, cosmovisiones, sabiduría, historia y artes tradicionales que integran estas importantes festividades en México y Bolivia.

Fue un espacio para vivir una verdadera fiesta cultural, ante la presencia de Embajadores, autoridades, periodistas y público en general. Se inició al acto ceremonial al son del Taller de Instrumentos Originarios Esperanza Andina, continuando con la voz inconfundible de Willy Claure, acompañado del mariachi Los Chicanos y no podía faltar el marco coreográfico de la Asociación de Danzas Folclóricas ADAF Bolivia, que emocionaron al público presente.

El altar mexicano armado en forma piramidal, estaba colmado de banderines de papel picado, flores de cempasúchil, calaveritas de azúcar, veladoras que alumbran el camino de quienes tuvieron que partir, y resina del copal e incienso. El altar estuvo dedicado a mujeres pintoras mexicanas quienes dejaron un importante legado cultural y merecieron ser recordadas y recibidas con gozo en el Día de muertos. Entre ellas: Remedios Varo, Nahui Ollin, María Izquierdo, Lilia Carrillo y Frida Khalo.

Al pie del altar mexicano se encontraba un tapete con la imagen de Mictlantecuhtli, Dios del Mictlán, quien es el encargado de recibir a las almas en el inframundo. Los tapetes tradicionales en México se realizan de flores o de semillas y simbolizan el descanso de las almas. Asimismo, el arco de flores de cempasúchil que enmarcó el altar simboliza la puerta al mundo de los muertos: el octavo nivel que se debe seguir para llegar al Mictlán y encontrarse con Mictlantecuhtli.

Acompañando esta manifestación la presencia de las Catrinas, convertidas en un ícono cultural mexicano, armonizaron el evento con sus respectivos atuendos coloridos.

La mesa boliviana estuvo integrada por tradicionales t’anta wawas, chicha morada, bizcochuelos, maicillos, ají de lenteja, suspiros, escaleras, agua, fruta, cañas de azúcar, coca, flores, pasankallas, velas, taqarus, retamas, coronas y vino entre otros. Todo armonizado por rezos y cánticos tradicionales en aymara y castellano.

La mesa boliviana ofrendo a las y los artistas que se llevó la pandemia en el último tiempo, también a quienes aportaron significativamente a las culturas en Bolivia y a las víctimas de Sacaba y Senkata.

De esta manera Bolivia y México festejaron los 190 años de Relaciones diplomáticas, en nuestro país, con música, danza y ataviadas con las prendas típicas de la fecha y sobre todo con mucho agradecimiento a quienes tuvieron que partir.